martes, 5 de agosto de 2008

El bosque de Calder



Haber visto crecer los árboles, haber sentido circular la savia por las raíces, por el tronco, las ramas, hasta las hojas dónde el aliento húmedo se evapora, se transforma en nube, lluvia, río, mar [...], porque los árboles que están vivos tienen siempre movimiento, como los silencios más profundos tienen siempre su música.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Inquietantes los móviles y un poco enigmático el texto.

Saludos.